(En la imagen, agradable ambiente de la última cata)

Sucre continúa con su guión de actividades gastronómicas, culturales y lúdicas, casi académicas en el caso del vino de España. La nueva ocasión llega con el cambio magnífico de la climatología que seguro es aprovechado para probar nuevas exquisiteces.

La constantemente renovada carta de Sucre Restaurante Café y Cultura tiene segunda entrega este viernes, 7 de marzo, dentro de su III Ciclo de Cenas Maridadas, con degustación de vinos de la firma Coto de Hayas, de Bodegas Aragonesas, que regresa justo un año después (estuvo en la primera edición, también en la pre-primavera) después de que sus profesionales llegasen a declarar que no habían visto “una respuesta del público en una cata de vinos semejante a ésta en toda España”.

Otros especialistas tomarán parte en la cita de este día 7 al contar de nuevo en Sucre con la presencia de Sara Sánchez (en la imagen, junto a uno de los fantásticos cuadros de Javier Juan que también se podrán contemplar) experta en la cultura del vino, ingeniera agrónoma y responsable técnico de la Oficina de Turismo de Petrer.

En la variedad está el gusto dice el sabio refranero español por lo que esta vez, para acompañar el joven blanco monovarietal Chardonnay de Coto de Hayas la cocina de Sucre ofrecerá sus ricos Calamarcitos rebozados (Probar primero sin el ácido del prescindible limón. Luego ya, al gusto, al punto).

Aparecerá en mesa el tinto roble de la firma que ubica sus viñedos en la Cordillera Ibérica y que comparte el agua del Ebro. Lo hará en compañía de un suave y espectacular al paladar Quiche de puerro y gambas, además de una Tabla de embutidos caseros, para contrastar y probar que al tinto le va huerta, montaña y mar.   

Y es que si algo hemos aprendido (además de disfrutar en la mesa) de los profesionales que han pasado por Sucre, es que el vino se debe considerar alimento; absurdo sería reconocer como tal un puerro o unas gambas. Pero probada la composición que se hace en Sucre aumenta la categoría del alimento.

Que nadie se pierda el penúltimo paso. Hasta los menos aficionados al vino podrán decir lo contrario: demasiado bueno el Garnacha centenaria, procedente de los viñedos más viejos en producción de Coto de Hayas, algunos de 100 años, un producto no fácil de encontrar y que sí hallaremos en Sucre, con réplica a esa calidad en forma de Delicias de carrillada en salsa.

Para no dejar de maridar, Tarta de queso con frutos rojos de postre.

Alternativa a la noche del viernes, porque como dice Sucre “todos nos merecemos un buen rato después de tanto correr, contra viento y más viento”. Una cata sin bufandas ni guantes, para coger bien la copa desde donde se debe, desde la peana. Se notan las clases de la cultura del vino y la gastronomía de los profesionales que pasan, como cientos de amigos, por Sucre.

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