Ha sido profesional, empleado y empresario en sectores diversos, como los de ocio, panadería, servicios, seguros o mueble. A Pedro Bernabéu Ortuño, la crisis económica le llevó hasta a vender por los denominados mercadillos de la provincia de Alicante, con el fin de obtener dinero de la venta de materiales y mobiliario con los que hubo de quedarse de ventas impagadas en su etapa como responsable comercial en Andalucía (llegó a vivir en Málaga), lista de morosos que le obligó a volver a su Petrer natal.
Encontró el soporte principal en su mujer, con la que a pesar del enojo socio-económico, decidió montar su propia empresa de sofás, colchonería y muebles, primero en El Guirney y desde hace ocho meses, en el barrio Salinetas.
“Manga”, como le conocen sus amigos, no es sin embargo de acomodarse. Este joven, que a punto estuvo de dar el salto en el ciclismo profesional, es un curioso amante de los podencos ibicencos. Los cría y una vez al año hace una camada. Los cuida “como deportistas de élite”, afirma entre risas mientras tomamos algo en Sucre, lugar que propone estas tertulias ya hasta los domingos por la noche, en su terraza fresca, con excelentes propuestas y, aquí sí, acomodo a todos los gustos.
