Las entrevistas de Sucre y El Carrer conocieron hace poco a un mago. ¿Un mago? Parece profesión graciosa a la vez que asombrosa. Pues bien, se trata de un serio trabajo y estudio que “ahora ya sí es tratado como de Bellas Artes”. Adrián Carratalá Ibáñez, de Petrer, por si fuera poco, es empresario; tiene tres mercantiles, una de ellas con un equipo creativo y de asesoramiento a cadenas nacionales y programas punteros de televisión, espacio que “no valora el arte, sino el espectáculo barato y con morbo”, de ahí que haya rechazado ya tres ofertas de estas cadenas.
Sí. Vive de la magia, junto a su mujer que, al igual que él, tiene su carrera de Diseño Gráfico y Marketing. De hecho, ofrece charlas formativas y seminarios para industrias y firmas, al igual que los coach, pero empleando la magia.
“Un mago es un ´resolvedor` de problemas”, nos dice y “al igual que aquí (en Sucre) todo es trabajo, trabajo, trabajo y ensayo, ensayo y ensayo”.
Consejo mágico de Adrián Carratalá, ganador del III Concurso Nacional de Magia de España y autor de un libro.
Estuvo en Sucre “y volveré”, manifestó este joven al que se le ocurren tres métodos para hacer desaparecer hasta a un elefante de un escenario.
Y desapareció… Él, el mago. Por la avenida Bassa Perico. Capaz de aparecer en medio del salón. Sin avisar, sin entrar.
