Las tertulias de Sucre… Y después, un buen plato
“Con 20 años me planteé con mi amigo qué hacer. Pasó un coche patrulla y…” Palazón Ruiz, Antonio. A los 21 ya era Policía, en Novelda.
«Me influyó mucho. Habíamos trabajado juntos en el calzado, en la hostelería…” Palazón Ruiz, José Javier. Al poco ya era Policía, en Biar.
Antonio pasó por Petrer hasta aprobar la categoría de Jefe en Onil.
José Javier sigue en Biar. Y también alcanzó la Jefatura. A los 5 años como agente, antes incluso que Antonio, al que marcó los 12 años que pasó en su pueblo: “la de Petrer es una de las plantillas más serias que conozco”.
Los dos: “la Policía Local está tan preparada como la Nacional o la Guardia Civil, pero además tenemos el añadido de la cercanía social. Si hay un atraco, vamos; si hay un accidente, también. Pero si se le mete un murciélago en casa a una señora, ahí estamos.”
Afirman que la conflictividad laboral (de estos funcionarios, en numerosas ciudades y durante legislaturas) “se acabaría si no existiese la politización de los cuerpos”.
Celebran que “ya estamos en el 30% de presencia de la mujer en la policía” y afirman: “nos desvivimos por atender a un ciudadano”, Antonio. O “me hubiera gustado ser bombero, pero mi profesión es muy gratificante”, José Javier.
Ya son profesores. Ejercen, aunque se siguen formando. “La educación es primordial. En todo”.
Jóvenes. (Bien) parecidos. Son hermanos. Y grandes. No solo de estatura.
No por eso (o quizás sí) pasamos a proponer un buen plato, un buen chuletón a la brasa. Al punto. Equilibrado. Rico.